Preguntas sobre la NVI
Conoce la verdad sobre su historia
La primera traducción que se publicó en castellano bajo el nombre de Nueva Versión Internacional (NVI) estaba asociada al Nuevo Testamento de la New International Version (NIV). Ese NT se relacionó con la famosa versión en inglés que, por primera vez en la historia de las traducciones de la Biblia en ese idioma, había logrado desplazar en las iglesias y los lectores a la tradicional King James, publicada originalmente en 1611.
Esa primera NVI salió a la luz en 1979 y logró una difusión más o menos amplia en América Latina durante los años ochenta. Hacia fines de esa década se consideró la posibilidad de traducir también el Antiguo Testamento, con miras a publicar toda la Biblia, que se llevó a efecto en la década final del siglo pasado y en los primeros años del siglo veintiuno.
La traducción se llevó a efecto por un grupo latinoamericano de ministros y académicos evangélicos, liderado en primer lugar por el Dr. Luciano Jaramillo, quien fue sustituido posteriormente por el Dr. Samuel Pagán.
El problema con esos versículos o partes de versículos que no están en la NVI no es quién los quitó, sino quién los añadió. Esos textos no aparecen en los manuscritos más antiguos del Nuevo Testamento en griego, pues se incorporaron posteriormente en la historia por copistas en la época medieval.
Las traducciones contemporáneas de la Biblia, como la NVI, no incluyen esos pasajes del texto bíblico. Pero los traductores de la NVI decidió mantenerlas en las notas marginales, para que los creyentes que así lo deseen puedan ubicarlos en otras versiones antiguas de la Biblia.
Los derechos de autor de la NVI pertenecen a la Sociedad Bíblica Internacional (SBI), tradicionalmente conocida como Biblica, que fue la institución que ordenó y auspició el proyecto. La SBI, además, mantiene un comité de traducción, constituido por biblistas latinoamericanos, que continuamente estudian la traducción y custodian el texto bíblico; además, reciben sugerencias de posibilidades y alternativas de traducción de algunos pasajes bíblicos, de creyentes de habla castellana de todo el mundo.
A partir de la extraordinaria recepción que el mundo de habla inglesa le brindó a la New International Version (NIV), La SBI aceptó con mucho gozo la solicitud de multitudes de creyentes e iglesias, para realizar traducciones de la Biblia en diferentes lenguajes, siguiendo los mismos parámetros exegéticos y lineamientos hermenéuticos utilizados por los ciento diez eruditos que participaron en la traducción al inglés.
En efecto, la NVI ha sido una traducción fiel a los mejores manuscritos bíblicos, que ha traducido con mucho cuidado y responsabilidad. Para evitar traducciones inadecuadas, el comité de traducción de la NVI contó con un grupo distinguido de profesionales de diferentes denominaciones evangélicas, para evitar que la traducción responda únicamente a una vertiente teológica; diversas regiones del mundo hispano parlante, para que el castellano usado reflejara la riqueza de la lengua, no regionalismos; y las edades de los miembros del comité eran variadas, para incentivar la comunicación efectiva en las diversas edades de lectores.